Empresa mexicana manufacturera de galletas, golosinas, pastas y cereales, entre otros productos alimenticios, con varias plantas en la República Mexicana.
Caso de estudio
Una de las empresas más grandes de México, dedicada a la manufactura de galletas, golosinas, pastas, cereales y otros productos alimenticios, empezó a tener problemas de exceso de inventario. Es una dificultad común entre las industrias que tienen procesos continuos, es decir: en aquéllas donde las máquinas efectúan la corrida de producción con un operador que se limita a supervisar los procesos.
“La empresa tenía la idea fija de que sus procesos eran automáticos y no podían cambiarse” comentó el Consultor Senior de TBM Consulting Group. “Pero nosotros detectamos una distribución de planta inadecuada, con transportes excesivos de cajas y de paquetes. Además el personal estaba distribuido en distancias muy largas, lo cual les obligaba a trasladarse demasiado” comentó.
Uno de los principales retos que enfrentó TBM consistió en convencer al cliente de que la metodología Lean de Mejora Continua también funciona para la industria alimenticia, a pesar de que solo al final de su línea de empaque se utilizaba un proceso discreto ya que los paquetes de galletas se guardan manualmente en sus cajas.
El primer evento Kaizen se enfocó en la optimización del inventario para generar un mayor flujo, atendiendo así el área de oportunidad más clara dentro de la empresa. El objetivo principal fue reducir las demoras de distribución por tiempo muerto de las máquinas. Mediante la implementación de la estrategia de TPM (Mantenimiento Productivo Total), se logró dar un uso más eficiente a las máquinas.
No obstante, todavía era necesario reducir los defectos de calidad. Esta meta se logró a través de lo que conocemos como Análisis de soluciones de problemas de calidad.
Se identificó otro reto importante en la línea de empaque, que es un área discreta. Después de realizar un análisis fue posible eliminar algunos pasos de este proceso, reduciendo las líneas de empaque y acercándolas más al almacén. De esta manera se volvió mucho más eficiente el movimiento del personal y del producto.
Por otro lado hubo que optimizar la flotilla de trailers. La estrategia fue exitosa, pues generó de manera inmediata un flujo más eficiente entre el almacén y el embarque.
En suma, se incrementó la productividad en un 30% o 40% mediante la reducción de la mitad de los transportadores existentes, con lo cual disminuyeron drásticamente los costos de mantenimiento y de reparación, así como las pérdidas debido a cambios de motores y refacciones.
TBM Consulting demostró sin lugar a dudas que su metodología de Manufactura Lean y las herramientas implementadas durante el proceso de Mejora Continua son aplicables tanto a los procesos continuos como a los discretos, y que en diversos tipos de industrias generan un notable incremento de la productividad junto con la reducción del desperdicio.
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