A través del Método de Planificador Proactivo en las obras se logra reducir la variabilidad de los procesos haciéndolos más confiables y se eliminan los tiempos muertos, esto permite obtener buenos resultados y satisfacer las necesidades de los clientes.

El concepto de planeación es esencial en la industria de la construcción sin importar la complejidad del proyecto ya sea en obras civiles o edificaciones. Para lograr esto es indispensable diseñar un sistema que tenga como fin reducir la variabilidad de los procesos haciéndolos más confiables, eliminar tiempos muertos y evitar conflictos entre obras (como cuando dos contratistas quieren trabajar al mismo tiempo). Logrando la sincronización de todos estos procesos se obtiene una planeación proactiva.

 

Planificación a la medida

En la construcción es fundamental aplicar a cada obra una planificación acorde a sus características y para ello se utilizan tres herramientas clave:

1. Programación de largo plazo

  • Se examinan y establecen las actividades principales del proyecto.
  • Se establecen las metas y se les ponen fechas a los objetivos planteados.·
  • Se determinan, además, tiempos de ejecución de cada actividad y los recursos destinados al desarrollo óptimo de la edificación.

La planeación al inicio del proyecto sirve como una guía para el desarrollo de la obra en general.

2. Programación intermedia

Contempla entre 4 y 12 semanas de actividad haciendo ajustes y planes con contratistas de tal forma que ellos puedan estar listos en el momento en el que se necesita, para ello:

  • Se elabora un diagrama de Gantt basado en el cronograma general de actividades que comprenda las actividades a realizar en ese periodo.
  • Se determinan los factores que afectan o impiden el cumplimiento de la actividad y los responsables de superar estas limitaciones.
  • Se determina el estado de las tareas con relación a sus restricciones y a la posibilidad de removerlas antes del comienzo programado de la actividad, ya sea adelantándolas o retrasándolas en el programa general. Esto permite que la obra fluya sin retrasos.

3. Programación semanal

Esta planeación se hace en el sitio de la construcción aprovechando que el planeador está con los obreros. Día a día se trabaja de una manera sincronizada, para lograr que no haya demoras en el proceso de construcción. El supervisor y los obreros se reúnen diariamente para revisar el programa de trabajo detectando desviaciones y demoras haciendo planes de acciones correctivas. De esta manera supervisor y obreros trabajan para buscar oportunidades de mejora en equipo. 

  • Se controla a través de acciones correctivas y aprendizaje continuo, para que se logre mayor calidad.
  • Se integra el indicador PAC (Porcentaje de Asignaciones Completadas), que no es más que una medición en porcentaje de la confiabilidad de la programación realizada, confrontándola con el cumplimiento de las mismas.
  • Se hace una clasificación detallada de las actividades que se desarrollan en periodos semanales, atribuyendo responsabilidades a los contratistas de manera específica y clara. ·Se evalúan las actividades cumplidas y las causas de su no cumplimiento y las que no fueron realizadas en la cantidad prevista.

Es necesario tener estas tres visiones para tener un proceso de planeación efectivo, platique con los expertos de TBM para que sus procesos constructivos logren estos resultados.